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Articulo



¿POR QUÉ TE DUELE EL CUERPO?

2019-08-19


El estrés es una la respuesta natural y un mecanismo de defensa para el cuerpo, pero cuando el estrés se torna exagerado es debido a que su principal causante es el miedo, la sensación de peligro y pánico. Existen gran cantidad de miedos, pero ¿qué hay detrás de los miedos?, la causa fundamental de los miedos se da en los estados emocionales en conflicto, confusión y bajos niveles de consciencia.
Hay un estado de consciencia superior, bajo el cual la persona está en un estado de ensoñación, un estado lúcido, medio dormido y medio despierto, y se da cuando el cerebro de la persona se encuentra vibrando en ondas Theta.
Las ondas Theta son de mayor amplitud y menor frecuencia (entre 4 y 8 cps). Se alcanzan bajo un estado de calma profunda. La persona que está fantaseando (o soñando despierta), se encuentra en este estado, así como la persona que tras conducir un rato, de repente se da cuenta de que no recuerda como ha hecho los últimos kilómetros. Se dice que es un estado de inspiración de ideas y soluciones creativas. Se trata de un estado en el que las tareas realizadas se han automatizado, ya no se necesita tener un control atencional y consciente de su ejecución, pudiendo el sujeto distanciarse de ellas mentalmente.
Es decir, que su mente está en “otro sitio” (a veces decimos “en la luna”). Cuando la persona entra en ese estado de consciencia tiene máxima capacidad para aprender, máxima capacidad para recordar, máxima capacidad para crear, máxima capacidad para intuir, en un estado lúcido, de alta inteligencia.
En ese estado de conciencia la persona puede autosanarse. Todo el mundo tiene estados emocionales en conflictos y todo el mundo tiene estrés.

¿Sabes por qué te duele el cuerpo?
Te duele el cuerpo porque aún no has aprendido a disfrutar.
Te duele el cuerpo porque te alimentas, de dolor y sangre animal.
Te duele el cuerpo porque acumulas viejos odios y rabia sin gestionar.
Te duele el cuerpo porque te niegas a desarrollar tu vitalidad y elasticidad corporal.
Te duele el cuerpo porque lo castigas con adicciones e inmadurez emocional.
Te duele el cuerpo porque rechazas el presente y permitas que los recuerdos te definan.
Te duele el cuerpo porque no cierras etapas y te vistes de víctima en el drama que creaste.
Te duele el cuerpo porque amas la herida que no quieres sanar.
Te duele el cuerpo porque has sucumbido a la apatía y te has dejado ganar.
Te duele el cuerpo porque dudas merecer una vida sin traumas y alas para volar.
Te duele el cuerpo porque has cedido tu voz al clan familiar.
Te duele el cuerpo porque no vives en paz.
Te duele el cuerpo porque no te atreves a valorarte más.
Te duele el cuerpo porque callas cuando debes gritar.
Te duele el cuerpo porque culpas al amor de tu obsesión por dominar.
Te duele el cuerpo porque exiges un respeto que no te atreves a generar.
Te duele el cuerpo porque confundes una relación con un ring donde poderte desahogar.
Te duele el cuerpo porque no te atreves a conectar con tu divinidad.
Te duele el cuerpo porque te da miedo la libertad.
Te duele el cuerpo porque lo intoxicas con químicos y falsa publicidad.
Te duele el cuerpo porque no sabes que has nacido para triunfar.
Te duele el cuerpo porque no inviertes en silencio ni haces las paces con tu soledad. H. Saran Kaur


El Agotamiento Emocional
El agotamiento emocional se origina porque hay un desbalance entre lo que damos y lo que recibimos. Quienes son víctimas de este se caracterizan porque entregan todo lo que pueden de sí mismos, bien sea en el trabajo, en el hogar, en la pareja o en cualquier terreno. Estamos sin duda ante una realidad que puede aparecer en cualquier circunstancia y en cualquier tipo de perfil.

Por lo general, esto ocurre en ámbitos en donde hay una gran exigencia, que a su vez, aparentemente, demanda grandes sacrificios. Según un estudio llevado por Russell Cropan, de la Universidad de Emory, la fatiga emocional puede darse, por ejemplo en un trabajo en el que hay alto riesgo de despido. O en un hogar cuyos miembros están llenos de problemas y demandan atención. También cuando tenemos una pareja conflictiva o con graves dificultades.

Los primeros síntomas del agotamiento:

• Cansacio Físico: la persona se siente fatigada con frecuencia. Desde que abre los ojos experimenta como si fuera excesivamente arduo lo que le espera en el día.

• Insomnio: Por contradictorio que parezca, una persona con agotamiento emocional tiene dificultades para dormir. Siempre tiene problemas que le dan vueltas en la cabeza y hace que sea difícil conciliar el sueño.

• Irritabilidad: Hay molestia y pérdida del autocontrol, con cierta frecuencia. La persona agotada se ve de mal humor y es demasiado sensible a cualquier crítica o gesto de desaprobación.• Falta de Motivación: Quien sufre de agotamiento emocional comienza a actuar mecánicamente. Como si estuviera obligado a hacer lo que hace todo el tiempo. No siente entusiasmo, ni interés por sus actividades.

• Distanciamiento afectivo: Las emociones comienzan a ser cada vez más planas. Como si en realidad no sintiera prácticamente nada.

• Olvidos frecuentes: La saturación de información y/o de estímulos da lugar a fallas en la memoria. Se olvidan con facilidad las pequeñas cosas.

• Dificultades para pensar: La persona siente que se confunde con facilidad. Cada actividad le implica un mayor gasto de tiempo que antes. Se razona lentamente.

La mejor manera de superar el agotamiento emocional es resolviendo los conflictos que están causando la fatiga, el estrés y la frustración. Esto puede lograrse mediante la terapia de Descodificación Biológica que pongo a disposición de cada persona. Además, hay que encontrar tiempo libre para relajarse y estar tranquilos. Las personas que se exigen demasiado pasan años sin, por ejemplo, tomar vacaciones. Esto no se debe hacer. Tarde o temprano solo conduce a la fatiga. Así que una buena idea es tomarse unos cuantos días para dedicarlos al descanso.

Otra solución es la de trabajar por construir una actitud diferente a las obligaciones diarias. Cada jornada debe incluir tiempos para dedicarlos a los compromisos y también tiempos para descansar y realizar actividades que resulten gratificantes. Hay que dejar de lado las obsesiones de perfección o de cumplimiento.

Es muy importante sensibilizarnos frente a nosotros mismos. Para esto, nada mejor que dedicar un rato al día para estar a solas. Practicar la meditación. Respirar, reconectarnos con lo que somos y lo que deseamos. Es fundamental desarrollar una actitud de comprensión y bondad con nosotros mismos. De lo contrario, más tarde o más temprano, nos será imposible seguir adelante.