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Articulo



EDUCAR A NUESTROS HIJOS

2018-01-25


Con amor y respeto se educa mejor. Los padres sólo podemos dar a nuestros hijos lo que tenemos y lo que somos interiormente. Y es posible que les ofrezcamos aquello que no tenemos. Por ejemplo, si nos ven alegres, risueños y divertidos van a incorporar la idea de que está bien estar alegres, reírse y afrontar la vida desde una perspectiva divertida.

El mejor regalo que podemos dar a nuestros hijos es amarles incondicionalmente. No caigamos, bajo ninguna circunstancia, en el garve error de condicionar nuestro amor hacia ellos.


Nuetros hijos aprenden lo que viven, como lo afirma la escritora estaudinense y consejera familiar Dorothy Law Nolte:
Si los hijos viven con reproches, aprenden a condenar.
Si los hijos viven con hostilidad, aprenden a ser agresivos.
Si los hijos viven con miedo, aprenden a ser aprensivos.
Si los hijos viven con lástima, aprenden a autocompadecerse.
Si los hijos viven con ridículo, aprenden a ser tímidos.
Si los hijos viven con celos, aprenden a sentir envidia.
Si los hijos viven con vergüenza, aprenden a sentirse culpables.
Si los hijos viven con ánimo, aprenden a confiar en sí mismos.
Si los hijos viven con tolerancia, aprenden a ser pacientes.
Si los hijos viven con elogios, aprenden a apreciar a los demás.
Si los hijos viven con aceptación, aprenden a amar.
Si los hijos viven con aprobación, aprenden a valorarse.
Si los hijos viven con reconocimiento, aprenden que es bueno tener una meta.
Si los hijos viven con solidaridad, aprenden a ser generosos.
Si los hijos viven con honestidad, aprenden qué es la verdad.
Si los hijos viven con ecuanimidad, aprenden qué es la justicia.
Si los hijos viven con amabilidad y consideración, aprenden a respetar a los demás.
Si los hijos viven con seguridad, aprenden a tener fe en sí mismos y en los demás.
Si los hijos viven con afecto, aprenden que el mundo es un maravilloso lugar para vivir.

Y recordemos lo siguiente para ponerlo en práctica cada día: en vez de tener hijos perfectos, deseemos tener hijos felices. En vez de exigir tantas cosas, descubramos los talentos de nuestros hijos y apoyémolos. En vez de gritar, expliquemos lo que no está bien hecho. En vez de dar falsas ilusiones, hagamos que la realidad sea más divertida.

¿Cómo reciben el amor nuestros hijos?
• Cuando les miran y prestan atención.
• Cuando les sonríen y les expresan su afecto.
• Cuando les escuchan: sus balbuceos cuando son bebés y, años más tarde, lo que les dicen de forma clara y comprensible.
• Cuando responden a sus preguntas.
• Cuando les explican las cosas que no entienden.
• Cuando les enseñan lo que deben hacer o lo que no deben hacer.
• Cuando les dedican tiempo para jugar o simplemente para estar juntos.
• Cuando se preocupan por su salud, por si sienten frío o calor.
El amor da lugar a conductas que llevan al acercamiento y favorecen la intimidad. Al transmitir amor a nuestros hijos, ellos incorporan la sensación de seguridad y sentirse valorados simplemente por ser ellos, sin necesidad de demostrar nada y esto es fundamental para su desarrollo.

“Qué gran maestro es un hijo, con solo existir ya enseña a sus padres a amar”.

La importancia de ser padres conscientes
Recordemos que la ciencia nos ha demostrado que cada hijo hereda la información genética y emocional de cada uno de los padres, así, como también de todo el Arbol Geneaológico familiar, y todo esto está supeditado a la consciencia del padre y la madre que engendraron el hijo.

Ser un padre o madre consciente significa ser padres despiertos, o sea, conocedores de que sus estados emocionales, que se viven dentro de la pareja, van a afectar a los hijos por el resto de sus vidas. Por lo tanto, se hace necesario que los padres trasciendan la información que han heredado de sus padres, y esto se logra cuando “comprenden” a sus propios padres, ¿cómo vivieron sus experiencias y sus estados emocionales?

“Diversos estudios recalcan la importancia de conocer las experiencias de nuestros padres, y en especial el ambiente emocional en el que somos concebidos. Cuando nace el bebé, la experiencia emocional materna conforma la mitad de la personalidad del individuo”. Nessa Carey.

Durante el periodo del embarazo, el padre proyectará sus estados emocionales hacia la madre y esto afectará al bebé que viene en camino. “Las experiencias de los padres, incluso antes de concebir, influyen marcadamente tanto en la estructura como en la función del sistema nervioso de las generaciones posteriores”. Brian Dias y Kerry Ressler.

Ser padres conscientes, padres que saben que trasmitirán una información a sus hijos. Por lo tanto, deben trascenderla, cambiar de percepción y conducta, darles otra vibración y otro nivel de consciencia superior para que los hijos incorporen en sus vidas y sean adultos maduros. Esto por lo tanto, será trasmitido a los nietos. Bruce Lipton dijo: “Nuestros padres no se dan cuenta de que lo que dicen y lo que hacen se graba continuamente en la mente inconsciente de los niños”.

Nuestros valores, nuestra forma de afrontar el mundo, nuestras verdades, nuestras peleas, nuestra forma de hablar, y mucho más, nuestros hijos lo grabarán en su inconsciente y actuarán en la vida automáticamente de acuerdo a ello.

¿Qué hacer?
• Trascender la información que hemos heredado de nuestros padres pero sin juzgarlos.
• Cambio de percepción, gracias a la comprensión de las experiecias vividas con nuestros padres.
• Desarrollar una mente llena de compasión.
De esta manera trascenderemos la programación de nuestros padres, y liberaremos a nuestros hijos.

Por más que los padres traten de disimular una discusión entre ambos, o fingir que no están tristes o preocupados o cualquier otra situación, los hijos los sabrán porque la información de lo que sucede viaja por el inconsciente desde los padres a hijos, sin necesitar palabras o explicaciones. Lo hijos saben, desde su inconsciente, que algo no anda bien. Los hijos reflejan los estados emocionales de los padres.
A los padres no los debemos juzgar pero si ponerles límites cuando su conducta es negativa o tóxica.

Evitar ser padres tóxicos
Una de las mayores violencias que podemos realizar sobre nuestros hijos es la SOBREPROTECCIÓN. Porque:
• Convertimos a nuestros hijos en pusilámines (temerosos, dubitativos, faltos de coraje)
• En inmaduros emocionales
• Con bajo nivel de tolerancia a la frustración
• Inoculamos la semilla de la adicción

Madres Tóxicas
• Controladoras
• Proyección de deseos incumplidos, frustraciones
• Celosas de cualquier amistad
• Se hacen amigas de sus hijas
• Centro de atención
• Indiferencia

Padres Tóxicos
• Manipuladores
• Tiranos y autoritarios
• Muy exigentes
• Intransigentes
• Maltratadores verbal y físicamente
• Critican todo: los amigos de sus hijos, el tipo de familia que son, sus logros
• Egocéntricos y egoístas, siempre anteponen sus necesidades a las de los hijos
• Culpabilizan y responsabilizan a sus hijos de sus propios fracasos y frustraciones
• Proyectan en sus propios hijos sus sueños, sus anhelos, sus fantasías
• Excesivamente protectores y planificadores al milímetro la vida profesional y personal de sus hijos
• Celosos de cualquier persona que haga felices a los hijos

Exceso de negativo
• Te critican, te cuestionan, te dicen lo que debes o no debes hacer
• No muestran su apoyo si no haces lo que ellos creen que tienes que hacer
• Padres ausentes emocionalmente
• No toleran ni la felicidad ni el éxito de sus hijos.

Exceso de positivo
• Se desviven y no dejan respirar a los hijos
• Si los hijos quieren independencia, les hacen dependientes con su “amor”
• Tratan a los hijos adultos como si fueran niños pequeños

La educación diferencial: “Mi hijo, la hija”
Aquí reside la semilla de una posible violencia de género. Aquí resídela la semilla de problemas con adicciones. Muy a menudo, los niños desde pequeños se sienten superiores a las niñas.

Consecuencias de los padres tóxicos
I. Dependencia Emocional
• Adultos inmaduros: miedo a la desaprobación de sus padres; viven con culpabilidad. Mantienen una relación con sus padres de odio/amor
II. Miedo al Compromiso
Miedo a sufrir, miedo a la soledad, miedo al abandono.
III. Relaciones Adictivas
• Mantener relaciones tóxicas que deriven a violencia, como consecuencia de sus propias inseguridades.
• Personas sumisas con gran desvalorización.

Cuidar la relación con la pareja
Esto se proyectará en nuestros hijos. Es el modelo que ellos van a copiar.
• Padres ausentes emocionalmente
• Proyectamos nuestras frustraciones en los hijos
• Padres exigentes
• Padres maltratadores

Los hijos necesitan sentirse apoyados y no recriminados por las decisiones que toman. Deben experimentar la vida tal y como es, no como los padres creen que debería ser.

“Tu eres el arco del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzados. Deja que la inclinanción en tu mano de arquero sea para la felicidad”. Khalil Gibran