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2017-07-11
El estómago es un órgano importante en la digestión, que se encuentra situado entre el esófago y el intestino delgado. Transforma los alimentos en líquido gracias a los jugos gástricos que segrega. Los problemas estomacales más comunes son las Úlceras, la Gastritis (ardores), las Hemorragias Gástricas, los Cánceres y los problemas de digestión (vómito, indigestión, etc.).
Todos los problemas del estómago se relacionan en forma directa con la dificultad para aceptar o digerir a una persona o a un acontecimiento. La persona que los padece manifiesta intolerancia y temor ante lo que no es de su agrado. Se resiste a las ideas nuevas, sobre todo a las que no proceden de ella. Tiene dificultad para adaptarse a alguien o a algo que va contra sus planes, sus hábitos y su manera de vivir. Tiene un crítico interior muy fuerte que le impide ceder y dejar hablar a su corazón, al cual no quiere aceptar incondicionalmente. Es posible que también se acuse a sí misma de falta de audacia.
Abandona el control y la resistencia
El mensaje que recibes de tu estómago es que dejes de querer controlarlo todo, resistiéndote a las ideas de otros. En lugar de creer que eres incapaz de cambiar a los demás o a una situación determinada, toma consciencia de tu propia capacidad para hacer tu vida. Confía más en los demás, de la misma forma que debes confiar en que tu estómago es capaz de digerir tus alimentos.
No necesitas decirle a tu cuerpo cómo ser un cuerpo ni cómo digerir. Lo mismo sucede con tu entorno. Todos y cada uno tenemos una manera diferente de ver la vida. No es casualidad que el estómago esté ubicado en la región del corazón. Debemos aceptar a todos con amor, es decir, aceptar las particularidades de todos y cada uno. Los pensamientos que alimentas, como por ejemplo: «es injusto», «no es correcto», «es idiota», etc., no te benefician porque bloquean tu evolución, así como tu estómago bloquea la digestión. Si te vuelves más tolerante hacia los demás, tolerarás mejor los alimentos que ingieres.
El estómago recibe el alimento y lo digiere para colmar las diferentes necesidades de mi cuerpo en vitaminas, en proteínas, etc. Alimento mi cerebro del mismo modo por las situaciones y los acontecimientos de mi vida. Cada estómago tiene su propio funcionamiento. Por más que la forma biológica general sea la misma, la digestión puede ser diferente de una persona a la otra. Así, la forma de mi estómago está en relación con mi personalidad. Mi estómago refleja el modo en que absorbo e integro mi realidad y mi capacidad en digerir las nuevas ideas o las nuevas situaciones. Puede compararse a un barómetro indicando mi grado de apertura y mi modo de reaccionar en la vida. Los problemas de estómago aparecen cuando mi realidad cotidiana está en conflicto con mis deseos y mis necesidades. Estos conflictos se vuelven a encontrar habitualmente al nivel de mis relaciones familiares, con mis amigos o al nivel de mis relaciones de trabajo.
Ardor Estomacal
Como lo indica su nombre, el ardor de estómago es señal de que algo, una situación, un suceso, una persona me quema, me acidifica, me enfurece. La situación me parece irritante, injusta y vivo interiormente impotencia. Cuando tal situación me sucede, puedo preguntarme: “¿qué es lo que me quema o me pone furioso? ¿Qué es lo que a mí no me gusta y que no consigo digerir?” (Aquí, la expresión debe tomarse en sentido figurado. Podría tratarse de una persona de quien digo: “A esta persona, no la puedo digerir ó no me trago”.
Esto significa que no aprecio a esta persona, estoy furioso contra ella por algo ó algo de ella me disgusta mucho. También es muy posible que me enganche a esta ira de un modo inconsciente, porque tengo miedo de afirmarme, de soltarme y expresar mis necesidades, mis deseos y mis intenciones al nivel del corazón. Creo que “soy único en todo y los demás son diferentes de mí en todo”. Debo pues quedarme abierto y atento a mis propias necesidades y aceptar la entera responsabilidad de mis actos, por más que la gente sea diferente de mí. El hecho de volver a reprimir, inhibir una emoción (ira, culpa, rabia) aumenta la acidez de los gases gástricos y, al mismo tiempo, me impide tragar cualquier cosa (porque los ardores manifiestan un tipo de presión interna en el área del estómago).
Debo ver el nexo entre mis auténticos sentimientos y los ardores de estómago. La solución es conservar la calma y observar mi modo de ser, mis reacciones frente a las situaciones que vivo así como mi actitud frente a los acontecimientos cotidianos. Centrando mi atención en mi convicción que la vida es buena y que mis necesidades todas se colman en el momento adecuado, mi estima personal aumenta y mis próximas cóleras serán menos intensas. Tomo el tiempo de apreciar cada momento de mi vida y mi ¡estómago funcionará mejor!
Gastritis
Es una inflamación aguda o crónica de la mucosa del estómago, lugar donde empieza el proceso de digestión. Si hay inflamación, hay irritación e ira frente a algo o a alguien a quien no digiero ni me trago: ciertas cosas no pasan como quisiera, o puede ser una o varias personas que no actúan como lo deseo. Puedo tener el sentimiento de haber sido engañado y de haber sido sorprendido en una situación. Estoy irritado por algo que absorbió mi sistema de digestión y la realidad “digerida” me molesta en alto grado. La solución es la de aprender a aceptar las situaciones y a los demás tales como son, sabiendo que el único poder que tengo es el poder sobre mí mismo.
El Abdomen
El vientre bajo es una zona de eliminación, por lo que está relacionada con los cambios, la eliminación de las cosas que ya no queremos, de evacuar en nuestras vidas aquellas cosas que sentimos pesadas para poder fluir con lo nuevo.
También es la zona de las emociones porque está ubicada en la zona del plexo solar. Aquí la energía se puede estancar cuando la persona tiene conflictos con sus relaciones, con lo que siente y quiere, se siente frustrada quizá porque no puede expresarse con los seres que la rodean, se siente poco comprendida.
Si tienes el abdomen muy inflamado, trata de preguntarte qué cosas te gustaría hacer que no haces, o qué cosas te molestan profundamente, o dónde no te sientes comprendida o protegida. Pregúntate también “¿Qué cosa ya no deseo en mi vida y quiero soltar, pero me da miedo?” ¿Con quién estoy muy enfadado? ¿Siento que tengo que hacer y atender demasiadas cosas?” Trata de resolver cada una de estas preguntas, tómate tu tiempo….Recuerda que tu cuerpo está solo diciendo algo que nos has notado o hecho conscientemente. En cuanto lo notes, tu cuerpo se empezará a sentir mejor.
Mujeres con vientre muy inflamado
Hay mujeres que en verdad parecen que están embarazadas porque su vientre suele hincharse a menudo y permanece así por algún tiempo. En este caso, la mujer debe revisar si no está demasiado estresada por proteger sobretodo a sus hijos.
En el vientre se gestan los hijos. Muchas mamás, a pesar de que el hijo ya ha nacido e incluso ya es grande, aún lo traen cargando en la bolsa del vientre, como un canguro, que trae ahí a sus pequeños. Por eso vemos a muchas mamás con estómagos realmente abultados.
Cólico Menstrual
Revisa si no te sientes muy estresada como mujer, si te preocupa mucho ser aceptada ó si no te sientes amada o querida. Puede ser que no estés nada contenta con alguna mujer en tu familia, sobretodo con tu propia madre.
Exceso de gases
La flatulencia es una producción exagerada de gases en el estómago y en el intestino, que provoca dolor, eructos, inflamación, tensión abdominal, cólicos o incluso calambres localizados. Como los gases provienen de una deglución anormal de aire cuando la persona se alimenta o habla, suelen indicar la existencia de un miedo a una pérdida que causa inquietud. Esta se acumula hasta que llega el momento en que no encuentra más espacio y tiene que salir.
Si tienes muchos gases en verdad eres una persona que esta muy ansiosa por apresurar las cosas, por tener éxito, dinero, etc. ó tienes miedo a no lograr lo que deseas. Los gases además avisan que hay algo que deseas sacar o expulsar de tu vida pero no puedes. Tus gases son una indicación de que te preocupas demasiado. Tu miedo a una pérdida no está justificado. Toma conciencia de todo lo que ya tienes en lugar de pensar en lo que podría faltarte. Relájate, no sigas tratando de retener tus posesiones.
Cuando me engancho o que quiero retener a una persona o una situación, es como si conservara cosas indeseables y no benéficas para mí y que se manifestaran bajo forma de gases. Tengo miedo y me engancho porque estoy ansioso y tengo la sensación de que voy a perder algo o a alguien importante, tanto en los planos afectivo, intelectual, material como espiritual. También quiero esforzarme en “tragar” (en sentido figurado) una situación, a una persona o una emoción que va al encuentro de mis principios y de mi consciencia. Consecuencia de esto: me hincho. La solución es aprender a tener confianza en mi mismo y a soltar el miedo sabiendo que siempre tengo lo que necesito.
Colitis (Colón inflamado)
Todos los dolores de estómago son en el intestino grueso, pues el delgado no tiene terminaciones nerviosas. Revisa con quien estás demasiado enfadado o enfadada. La colitis habla de sentimientos de enojo profundos con alguien, por lo general cercano que traes cargando en el vientre (alguien muy cercano a ti), que ya quieres eliminar de tu vida porque ya no lo aguantas, pero no puedes. ¿Y por qué no puedes? Porque necesitas aprender de la experiencia o digerir mejor la situación con esa persona.
Problemas intestinales (Tumores, Gastroenteritis, Parásitos)
En este caso la persona se siente incapaz de tomar de las experiencias que vive la nutrición adecuada, es decir, le cuesta procesar eventos nuevos o conflictivos con otras personas, por lo tanto, no tiene la habilidad para ver el lado bueno de las cosas cotidianas para nutrirse de ellas y crecer. Es necesario, revisar el miedo, aprender a ver las cosas más globalmente sin centrarse a ver los detalles y fijarse si no te sientes muy estresado o estresada por ser rechazado o no querido, por lo que te censuras muy fácilmente ante los demás, y esto genera gran frustración y dolor para ti.